Esta vez empezaré con un contexto histórico absurdo, sí, es un fastidio, pero es supremamente necesario para llegar al punto que quiero comunicarles, concédanme un poco de paciencia.
Uso la inteligencia artificial desde finales de 2021, más o menos 4 años, inicié con el preview de github copilot, asistente de IA en el editor de código VSCODE. A finales del 2022 empecé a utilizar CHATGPT.
La masificación de la inteligencia artificial fué mas o menos a principio del 2023. y a finales del 2023 ocurrió el BOOM.
Durante el 2022 y principios del 2023, la consideraba un artilugio interesante, completaba código y contestaba mis preguntas, pero también era frustrante, porque más que ayudarme a potenciar mi productividad en mi rol de desarrollador de software, me retrasaba enormemente. Era como un amigo fanfarrón practicando conmigo su curso de adivinación gitana, intentando averiguar qué estaba pensando, pero con un bases de código bastante obsoletas (2-3 años de retraso es muchísimo en el mundo del desarrollo de software). Adicionalmente mi pericia, en el uso de la inteligencia artificial era baja, o tal vez no, eso nadie lo sabrá nunca.
En mi rol como ingeniero/analista de datos era más de lo mismo, al proporcionarle conjuntos de datos, sus análisis eran elocuentes y muy pintorescos, pero estaban malos. Cómo perdí tiempo con eso.
Sin embargo, lo sabíamos, a pesar de que era una molestia en sus etapas iniciales, esto iba a cambiar el mundo.
Con la llegada de GPT-4 todo cambió, y fue el momento en donde su uso se expandió masivamente, primero, en el mundo del marketing y progresivamente en otros procesos u sectores. En el mundo del desarrollo de software y el análisis de datos las herramientas mejoraron muchísimo.
Y con la explosión, más o menos a principios del 2024 y meses subsiguientes, la letanía de expertos y declaraciones de las grandes tecnológicas del fin de muchas profesiones, médicos, abogados, financieros, etc. Sobre todo el logro más codiciado de la IA, "los programadores e ingenieros de software desaparecerán - Microsoft tiene 20 años anunciando eso con múltiples soluciones". Todo eso ocurría en paralelo con mi frustración por no haber obtenido los resultados que ofrecía el abrumador marketing en torno al poder de la IA, y en silencio preguntándonos ¿será verdad?, ¿Ahora sí?.
Se fundaron miles de agencias, modelos de negocios y aplicaciones basadas en la IA, con éxito para algunas y fracasos rotundos para otras, inclusive estafas, lo normal cuando surge una tecnología disruptiva.
Justo ahora, desde hace un par de meses, estamos en la ola de los orquestadores (make, n8n), de los agentes y los MCP (Message Coordination Protocols) que permiten a las IA comunicarse entre sí construyendo interacciones multiagente. A esto hay que prestarle mucha atención.
La cosa se complica con un ejército de programadores denominados de muchas formas, Vibe Coders, Low Coders, No-Coders etc. La diferencia entre un desarrollador productivo y un elefante en una cristalería es la seriedad con la que asume el conocimiento de las bases de la programación y de la arquitectura de software. Para la gente que no sabe programar y construye aplicaciones con el uso de herramientas y de inteligencia artificial (en este grupo incluyo a muchos expertos en IA) por favor, sean serios y tómense el tiempo necesario para entender lo que están entregando al cliente/usuario.
No tengo nada en contra de la tendencia, sin embargo su uso requiere un altísimo componente ético en las decisiones técnicas que se toman, ya que por lo general afectan la mantenibilidad y la integridad de las aplicaciones entregadas a los clientes.
Las aplicaciones low-code, no-code, sirven muy bien para algunas cosas, pero para otras son un desastre. Ruego que mis clientes/amigos jamás me pidan que corrija uno de esos desastres, ya que con lágrimas en mis ojos les diré que no.
Hace poco decidí probar ser un Vibe Coder con una pequeña solución para uso personal, fue perfecto hasta que tuve que hacer un cambio, menudo desastre, la borré, y empecé de 0 con código y lógica propia, más rápido y mucho mejor.
Lo peor que te puedes conseguir es un personaje de estos intentando venderte una solución personalizada o de misión crítica, con destacadas habilidades de marketing, ventas, carisma y bajos niveles éticos y de responsabilidad.
Mis clientes pueden estar seguros de que estarán absolutamente protegidos contra esa plaga bíblica mientras yo esté cerca.
Ahora empezamos a ver los impactos de las personas intentando utilizar la IA para mejorar la productividad, correos electrónicos espectaculares de personas que esperan verse cool, pero obviamente irrespetuosos porque sabes que esa persona no escribe así.
Términos de referencia hermosamente articulados en la forma y en el lenguaje, pero en el fondo son absolutamente absurdos y ridículos para el que sabe lo que está leyendo.
Ofertas laborales escabrosas, correos de marketing redactados con el tono íntimo de chatgpt supuestamente "personalizados".
Ni hablar de las inteligencias artificiales que escuchan las reuniones y hacen las minutas, dos reuniones a las que he asistido últimamente tenían esta particularidad. Tuve que llamar al project manager para entender qué significaba una minuta para él, y me dí cuenta de que no sabía qué era una minuta y cuál es su objeto, durante una conversación en la que me hablaba con un tono engolado y corporativo.
No sé si esto es el inicio de una pérdida global de capacidades cognitivas y del sentido del ridículo. Lo que si sé es que la humanidad va a requerir de un alto componente ético y reflexivo para que la IA sea beneficiosa.
Un gran amigo, hace bastante tiempo me comentó, Esteban, "todo lo poderoso es así, puede ser muy malo o muy bueno dependiendo para qué, quién y como se usa", en ese momento no tenia la distinción de la dualidad de lo poderoso.
La inteligencia artificial es algo muy poderoso y por supuesto que ofrece un universo de posibilidades para la Productividad Operativa, sobre todo en la atención al usuario, el desarrollo de software, la automatización de flujos de trabajo y en la analítica de datos, pero sus uso y aplicación debe ser cuidadosamente planificada, la organización debidamente preparada y proyecto ejecutado sin esnobismos, seria y responsablemente, teniendo como posible escenario que sencillamente no funcione para lo que se estaba pensando.
Por favor, no crean en cuentos de caminos o cantos de sirenas, los proyectos de IA deben iniciar como pilotos, empezar por procesos que puedan permitirse un alto margen de error y no implementarlos hasta que se esté absolutamente seguro de su funcionamiento.
En próximos post estaré comentándoles qué podemos hacer con IA para potenciar la Productividad Operativa mientras seguimos aprendiendo, en este aspecto y por la velocidad de su evolución nunca dejaremos de ser aprendices.
Abrazos